La Bendición de Monkey Island: ¡Guybrush habla!

La infancia y adolescencia de todos los nacidos a finales de los 70 y 80 se vieron marcadas por un hecho histórico: la aparición de la aventura gráfica, y más concretamente, LucasArts y sus Monkey Island (enlace a la nueva versión). Las aventuras del aprendiz de pirata Guybrush Threepwood nos cautivaron a todos, creando para siempre un vínculo muy especial con esas imágenes y esos sonidos internos de nuestro 486.

Tratándose éste de un blog de doblaje de videojuegos, no quería dejar pasar la oportunidad de comentar el momento en el que este personaje nos dejó escuchar su voz por primera vez. Y esto ocurrió en la tercera entrega, “La Maldición de Monkey Island”. El juego comienza con una intro desternillante, en la que Antonio Fernández Muñoz nos deja claro que había nacido para darle voz a Guybrush. Como opinión personal diré que siempre había imaginado su voz muy parecida a la suya, y que fue una gran alegría escucharla por primera vez.

Pero no todo fueron flores para el juego, hubo muchos detractores que abogaban por el volver a la antigua fórmula que tantos buenos ratos había proporcionado, tanto en “El Secreto…” como en “La venganza de Lechuck”. Yo no coincido con dichas voces, ya que creo que “La Maldición…” seguía muy en la línea de los antiguos “Monkey” y que, además, nos permitía escuchar en castellano a la gobernadora, Wally, Lechuck, Cara-Limón, y un larguísimo etcétera de personajes, ¡y con un doblaje de altísima calidad!

Si bien es cierto que los primeros “Monkey Island” son inigualables, esta tercera entrega fue una más que digna continuación y pienso que los distribuidores estuvieron a la altura optando por invertir gran parte del presupuesto en el doblaje al castellano, consiguiendo que “La Maldición de Monkey Island” fuera un “juegazo” en toda regla, permitiéndonos no tener que leer insultos piratas sin parar, pudiendo utilizar nuestro oído para apreciar la entonación de dichas barbaridades llenas de humor.

Aún hoy, cuando algo no me apetece o discrepo, suelto un…“Mmmm….no…” al más puro estilo Guybrush.